lunes, 11 de junio de 2007

A la vera del Caribe, dos enamorados del mar destilan poesía en su honor

--¡Estuvo de pelos!
--¿¡Te fuiste a checar las teiboleras húngaras, sin decirme, Marrano!?
--¡No, hombre! ¿Teniendo a mi reinita en casa...?
--¿Entonces?
--Se hizo justicia divina.
--¿Te refieres a la liberación de la Hilton?
--¿No sabes que ya la volvieron a guardar?
--¡No me digas!
--¡Ya sabes: las envidias que da el éxito!
-¿Y entonces, ¿qué es lo que ”estuvo de pelos”?
--La chuza de naves en Nizuc
--¡Pero cómo puedes decir eso, bárbaro!
--¿¡Qué....!?
--¡Pobre gente, tuvo un accidente!
--No hablo de la gente.
--¡¿Estás celebrando que le hayan dado en la madre al arrecife?¡
--¿Tú, no?
--Pero si está en mero enfrente de los edificios que vas a vender algún día.
--Por eso.
--No veo la razón de tu júbilo.
--Celebro cada vez que Diocito le quita un pretexto a esa bola de zánganos para sentarse en la única avenida que importa a entorpecer el curso natural de la historia.
--Pensé que defendían el desarrollo sustentable y su propio acceso al mar.
--Se sienten dueños del globo terráqueo.
--Son románticos: ¿no lo somos todos?
--Pueden chambear duro y ahorrar para pasear su romanticismo por Campeche en sus vacaciones. Porque, lo que es chamba, allá no van a encontrar.
--El arrecife es importante por otros motivos.
--¿Tú comes arrecife?
--¡Todos comemos arrecife, güey! De alguna manera....
--¿Sabes cuántos turistas se meten al puto mar, güey?
--¡Todo mundo viene por el mar!
--¡A VERLO! Sólo el 70 por ciento toca el agua: la mayoría sólo enfría sus nalgas en la piscina; sólo un 30 por ciento, en el mar. Y muchos menos se atreven hasta allá a 300 metros, porque el miedo no se anda con naturalismos.
--Tú propio “contacto en Ecología” dice que la mayor parte de ése arrecife estaba muerto por “la-alta-carga-de-visitantes”.
--Esas chingaderas se mueren simplemente porque las mires feo. Bastaría que tú, mi perro y yo, orináramos tres días seguidos allá abajo. ¡No vamos a paralizar toda esta inversión por unos pinches pólipos delicados y huevones! ¡No way!
--Toda la promoción de este lugar tiene que ver con el mar.
--De la vista, nace el amor. El chiste es que lo puedan ver.
--¿Y la sonrisa del arrecife?
--El coral muerto produce el mismo efecto. Ya, cuando falle, inventaremos diques.... A ver qué.
--Podríamos... sustituir the real thing con proyectores y cicloramas
--Ándale güey. Tú que eres bueno para el diseño virtual....
--Y de paso, podríamos mejorar algunas vistas.
--¡Ole!
--Podríamos tener auroras matutinas y vespertinas en el mismo horizonte.
--¡Puta, qué chingón! ¿Sabes qué se me antoja, güey?
--¡Ir a ver a las húngaras!
--No seas prosaico, cabrón.
--¡Uy, uy, uy. “No vaya a ser que mi reina se enoje y no me autorice los cambios de densidades..!”.
--Uh ésa está más en la jugada que yo.
--Pues, quién la oyera diciendo: “no hay dinero que repare el daño hecho”.
--Es funcionaria. Cada quien tiene su papel.
--¿Y cuál es tu antojo, pues?
--Acabar con esa monserga del “mar turquesa”.
--Te pasas de view, Mr. Grand
--Imagínatelo, cabrón: manchones naranja, lila, rojo....
--¡Puta, no me eches a andar!
--¿Todavía quieres ir a las húngarasss?
--Contigo tengo, papi.
--Help yourself
--Oyes...
-Mh
--¿Tú marida es ecóloga?
--Mi marida tiene marido.
--¡Qué hermosa es la solidaridad familiar!
--Imprescindible.
--Un día me voy a encontrar una así.
--¿Y además húngara?
--Me conformo con que tenga algo de gitanilla.

DIÁLOGOS 47