-¡Qué obscenidad!
-¡Si, hombre! Felipe “Primero” nos salió más priista que los priistas.
-No, no hablo del Presidente.
-¡Ah, te refieres a los “bisnes” del delegadito de SEMARNAT!
-¡Ése sólo les hizo el trabajo sucio a todos. ¡Mínimo, le van a dar el penthouse del edificio “A” del Grand Fuck-the-Swamp!
-¡Pero si eso ya no se va a construir!
-Dalo por construido.
-¿¡Contra las órdenes del Presidente!?
-No hay ninguna orden. Se trata de un viejo truco para partirle el espinazo a una ley incómoda: El presidente se muestra como el “defensor” más radical de lo “políticamente correcto”; ya si, mientras tanto, alguien, se encarga de desaparecer “de facto” el supuesto “bien protegido”, ya no es su falta.
-Eso ya estaba hecho desde endenantes.
-Pero no estaba resuelto. Si le piden al Presidente que sea árbitro, él, obviamente, va a llevar agua a su molino. En cuanto los “desarrolladores” se deshagan de los socios indeseables, e incluyan a los pertinentes, se va a descubrir que ya no hay vuelta atrás; las maquinitas van a ronronear de nuevo, los quintanarroenses vamos a bendecir la “creación de empleos” y el manglar va a pasar a mejor vida.
-Pero ¿la “legalidad” no es, también, un bien a proteger?
-¡Uh! A ver, convence a los que se rasgan las vestiduras por invertir en el “progreso”.
-Entonces, según tú: ¿el Presidente se va a tragar sus palabras?
-El “Preciso” va a esperar que sus mensajes sean digeridos.
-¡Por lo pronto indigestaron a medio mundo!
-Al final, todos vamos a aceptar que ni el más “campeón del Mangle” puede echar pa’ tras, inversiones “irreversibles”. El presidente se va a ver bien por haber sido “intransigente” y por “ceder”, finalmente, ante los hechos consumados.
-Y, luego, nuestras inocentes autoridades locales, por no “favorecer la competencia desleal”, no podrán negar a unos inversionistas lo que se ha concedido a otros... De Cancún a Chetumal, duro con el manglar
-Tuti contenti
-De veras que: ”¡qué obscenidad!”
-Pero, yo no me refería a esa “obscenidad”.
-¿Hay peooores?
-Me refiero al negocito que me estás proponiendo.
-Yo no te estoy ofreciendo manglar.
-¡Hazte güey!
-¡Se trata de dar información completa al mercado!
-¿Y pretendes que la revista se llame: “Narco Tips”?
-“Safe Narco Tips”.
-¡Ah, vaya, si es “safe” todo cambia!
-Aunque te burles. Se trata justamente de proteger al consumidor.
-¿Quién crees que va querer publicar información clandestina?
-No les vamos a preguntar. Las autoridades saben donde están las 400 tienditas. Nosotros las vamos a clasificar con estrellitas. Eso es todo.
-¿Y quiénes serían nuestros clientes?
-Primero el público consumidor. Después los negocios interesados en colocar publicidad para ese sector y finalmente las tienditas mismas para poder competir con sus rivales.
-Esas tiendas no se están quietas, la tira las acosa constantemente.
-Más a nuestro favor. Podemos crear una dependencia con respecto a nuestras actualizaciones.
-Y ¿qué dirían los anuncios?
-Por ejemplo: “Gramos de a gramo”,... “Huatos non plus ultra”. Ya veremos.
-De plano sientes que vamos a revolucionar el control de calidad ¿verdad?
-Es un mercado. Tiene necesidades de información.
-¿Qué negocios crees que van a querer anunciarse con nosotros?
-¡Chingos!
-¿Cuáles?
-Prostíbulos fuera de
-¡Vaya, tienes previsto todo un futuro!
-Yo no fui, fueron los cambios ilegales de uso de suelo.
-No tenemos mejor motor de empleos.
-Viéndolo bien, no tenemos otro.
-Que Dios guarde a los delegados de la SEMARNAT.