sábado, 7 de julio de 2007

(Dios guarde la pista de tartán...

para la buena gente que tiene que practicar deporte sorteando paseantes indolentes en otros parques y obstáculos menos inocentes en la vida)

-Perdone, señorita.
-SÍ, oficial
-¿Esa unidad es de usted?
-Yo nomás la traigo de turno
-¿Es usted “martillo”?
-Así como me ve.
-¿Y qué hace aquí?
-Echándole un ojo a la pista de tartán.
-¡Ah Dio! ¿También usted corría aquí?
-Así como me ve.
-No, pues yo la veo muy bien. Por eso me llamó la atención verla aquí tan solita, con el taxi abierto y espiando la obra.
-¿Estoy mal parada?
-Para nada; yo le pondría “excelente” sin que me temblara la mano ¿Qué le parece?
-Favor que me hace oficial
-Digo, la obra....
-Oiga qué rápido va.
-¿La estoy ofendiendo?
-No, digo, la obra.
-¡Ah, qué maravilla!
-Luego, luego se ve cuando hay interés.
-Nos estamos entendiendo rete bien.
-¿A usted le gusta más el fut o el beis?
-A mí me gustan más otros deportes.
-¿¡Usted también corre!?
-¡Qué! ¿Me ves muy desmejorado?
-No, no, no; me refiero a “otros deportes”.
-Más bien prefiero “platicar”.
-Sí, se nota..., pero, digo....
-Ese es mi trabajo.
-¿De veras? ¿Nunca saca la...?
-¿Qué tal que te pido una dejada y por el camino te cuento?
-Es que ya voy a entregar, oficial. Todavía tengo que pasar a llenar el tanque....
-¿Y ya traes lo de la cuenta?
-Creo que hoy voy a quedar a deber.
-¿Cuánto te sacan esos zánganos?
-¡Uy, en promedio, vengo sacando como 70 pesos diarios!
-¡No puede ser! ¿Por doce horas?
-De 5 a 5.
-Se aprovechan de ti por ser niña.
-Cubro el turno de una amiga. Prefiero andar en el coche que de albañil.
-¿Vives sola?
-Con mi viejita; ella atiende un tendajón.
-Vives en el error, muchacha.
-Viera que no me quejo. Me gustaría trabajar en otro horario, eso sí; para alcanzar a correr. Antes podía....
-Ándale, llévame, para que no te vayas en blanco.
-¿Y su patrulla?
-Ahorita se la lleva mi asistente. No te preocupes.
-Pero ¿a dónde lo voy a llevar?
-Por ahí me tiras, de camino a tu relevo.
-Voy a la 501.
-Uh qué bien, tengo un montón de amigos por allá
-No sé....
-Espérame aquí, voy a hablar con mi compañero.
-¡Oiga, oficial...! (Santo Dios)
......
-Ya estuvo. Vámonos.
-¡Es todo lo que traigo, oficial! ¡Verdad de Dios! Si quiere esculque el coche. Le juro que no escondí ni un centavo.
-No te me asustes niña. Estás entendiendo mal. Quiero ayudarte.
-Nada más déjeme ir, por favor.
-Cálmate, cálmate. Quiero hablar contigo. Eso es todo. Te propongo que nos tomemos un café ahí enfrente....
-Aquí está bien. ¡Tengo que entregar!
-Ok. Escúchame. Yo conozco mucha gente de tu gremio. Te puedo proteger. Puedes progresar.
-Así estoy bien, gracias.
-¡Oh con un carajo! ¿Quieres escucharme por favor? ¡Estamos en plena calle a plena luz de día!
-Perdón oficial. Es que ya se me hizo tarde. Estoy nerviosa.
-¿Me regalas cinco minutos?
-Sí.
-¿Has oído hablar del Pri-taxismo?
-¿Qué es eso?
-Una filosofía de favores.
-No quiero deberle nada a nadie.
-Anota mi teléfono por si un día quieres dejar de vivir en el error.


DIÁLOGOS (51)